Categoría: Huerto

  • Cultivo hidropónico

    Cultivo hidropónico

    Con la moda de los cultivos urbanos se están desarrollando nuevos mecanismos de cultivo para aquellas personas que no disponen de grandes espacios o de un jardín apropiado para tener un huerto. Y aunque este proceso es muy antiguo, incluso anterior al cultivo en tierra, se está desarrollando esta tendencia que muchos ya la consideran la agricultura del futuro.

    El cultivo hidropónico consiste en una forma de cultivar las plantas sobre el agua, de esta manera las raíces reciben la nutrición necesaria disuelta en agua. Es un método bastante ventajoso, no solo por lo económico sino también porque no atrae a los parásitos o bacterias, no presenta problemas como la erosión, el cuidado que hay que tener con la tierra, no necesita demasiado espacio, puede ser vertical y modular y lo podemos realizar en casa.

    Los cultivos hidropónicos, en general, son de rápido crecimiento y ricos en nutrientes ya que se puede tener un control pleno de los elementos que intervienen en su crecimiento, tal como la humedad, el pH, la oxigenación y los nutrientes.

    Muchos especialistas sostienen que las hortalizas cultivadas con este sistema pueden llegar a ser más nutritivas que las cultivadas en la tierra.

    Este sistema para su desarrollo se compone de: una fuente de agua que es impulsada por una bomba que distribuye el agua por el sistema de tubos que lo componen. Recipiente que contienen lo nutrientes. Cabezales de riego y canales construidos donde están los sustratos. Las plantas. Los conductos para la aplicación del fertiriego. Y un recibidor del efluente.

    Se debe ubicar en un lugar donde reciba la luz solar por lo menos de 6 horas diarias, protegerlo de los animales domésticos, protegerlo de lluvias y vientos y que no haya ningún foco de contaminación cerca, como desagües o basureros.

    Se pueden utilizar cualquier recipientes que se tenga a mano, desde pequeños vasos de plástico hasta botellas vacías. El tamaño dependerá de lo que se plante.

    Es una técnica agrícola puntera tecnológicamente que aumenta considerablemente la productividad del agua, aprovecha de manera eficiente los recursos, y que no necesita de grandes espacios para la producción.

  • Árboles frutales en macetas

    Árboles frutales en macetas

    Cuando pensamos en árboles frutales nos imaginamos enormes espacios verdes para su cultivo  pero desde aquí te alentamos a que si tienes un pequeño jardín, un pequeño espacio verde de patio o incluso una pequeña terraza, te animes a cultivar tu propia fruta. ¡Sí en macetas! No es difícil mantenerlos, con un poco de cuidado y cariño podrás disfrutar de frutas producidas de manera natural.

    Los frutos preferidos para el cultivo en maceta son: fresas, arándanos, manzanas, durazno, limón, naranja y pomelo.

    En cuanto a la producción no será tan abundante como las plantas que están en tierra ya que tendrá un tamaño más pequeño y menos ramas pero el tamaño de sus frutos serán iguales como si estuviera plantado en el suelo.

     

    Te dejamos unos consejos a tener en cuenta si te decides a cultivar tu propia fruta en macetas.

    En primer lugar asegúrate de buscar una maceta ancha y profunda para que las raíces se acomoden lo mejor posible. Utiliza de preferencia macetas de barro, éstas le darán mayor estabilidad a la planta cuando crezca a diferencia de las macetas de plástico que incluso pueden resquebrajarse. Es aconsejable también trasplantar los árboles frutales cada 2-3 años ya que sus raíces quedarán sin espacio y el sustrato sin nutrientes.

    En cuanto a la tierra, utiliza tierra fertilizada (la mejor es el compot y el humus de lobriz) y rica en nutrientes. El abono tendrá que ser natural ya que sus frutos serán destinados al consumo humano.

    Pon especial atención al riego, ya que la tierra se secará más rápida que la tierra en el suelo. Riega cuando los 2,5 o 5 cm de la parte superior de la tierra se seque. Los frutales temen el encharcamiento, por ello es necesario que comprobemos la humedad de la tierra antes de regar. Así, introduciremos un palo delgado de madera hasta el fondo y luego lo extraeremos para ver cuánto sustrato se ha adherido a él: si es mucho, no será necesario regar; en cambio, si sale casi limpio entonces habrá que regar. A medida que las plantas desarrollan raíces más largas se puede regar con menos frecuencia. Riega 2 o 3 veces por semana en verano y 1 o 2 el resto del año.

    Si tienes posibilidad de juntar agua de lluvia, hazlo pues es la mejor, sino es así toma de la canilla y déjala reposar durante la noche y riega al otro día.

    En cuanto a la ubicación procura un lugar soleado y abierto, deben tener por lo menos 6 horas de pleno sol para crecer fuertes y producir frutos buenos. Ten en cuenta que debes cuidar que las sombras no le quiten luz como así también que tenga buen espacio para crecer en altura. Algunos frutales como el limonero y los naranjos se adaptan bastante bien en lugares de semisombra siempre que estén ubicados en una zona muy luminosa.

    En época de bajas temperaturas protégelos del frio nocturno. La temperatura óptima es entre 15º C a 18º C y el riego será más atenuado.

    Esperamos que estos consejos te animen a comenzar a formar tu propia producción de árboles frutales y que disfrutes de saborear los frutos naturales cosechados con tus propias manos.