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Categoría: Cuidado de plantas
Limonero
El limonero es un árbol que puede llegar a vivir hasta 70 años y su altura puede alcanzar los 7 metros. Es uno de los árboles frutales elegido para adornar el jardín no solo por su aroma magnífico a azahar sino también por brindar su fruto muy utilizado en la cocina como en la medicina. Puede llegar a florecer varias veces al año así que es probable que veamos tanto flores como fruto al mismo tiempo.
Es un árbol de tronco leñoso, sus flores antes de abrirse son de color rosadas y posteriormente se vuelven blancas unas vez abiertas.
En los primeros años de vida suele crecer mucho pero tarda de uno a tres años en dar fruto. Se reproduce por semilla o injerto. El invierno es la estación óptima para plantar el limonero. No tolera mucha las temperaturas bajas y los vientos, con lo cual tendremos la precaución de cubrirlo con alguna tela o plástico para evitar que se hiele.
La ubicación ideal para su colocación en el jardín es un lugar donde reciba mucha luz directa del sol y en un suelo rico en materia orgánica y con buen drenaje. Si lo plantas en maceta, ésta deberá ser bien grande y con varios agujeros que permitan un buen drenaje. Debe tener mucha agua durante todo el año. Tendremos que regar unas tres veces por semana en verano, especialmente si es muy caluroso con temperaturas superiores a los 30 grados, y entre una y dos el resto del año. Abonarlo por lo menos tres veces al año, el abono ha de ser rico en nutrientes como el nitrógeno, el fósforo o el potasio . Lo ideal es en primavera, verano y otoño.
La poda se hará en primavera para que crezca con fuerza, evitar hacerlo los primeros años de vida. Se llevará a cabo después de la cosecha de los frutos, que es cuando muestra menos actividad, quitándole todas las ramas secas y/o dañadas, y también los retoños que suelen aparecer en la parte inferior del tronco.
Las plagas que más le afectan son las cochinillas, araña roja y pulgón, las cuales empiezan a aparecer con la llegada del buen tiempo y pueden dañar seriamente al árbol.
Como conseguir tener en flor tus orquídeas
Las orquídeas son plantas exóticas que producen bellas flores.
Siempre que conseguimos o nos regalan orquídeas nos sucede que una vez florecidas no vuelven a hacerlo y por más que esperamos rara vez vuelven a sacar flor y terminan sus hojas marchitas en un rincón de la casa.
Las orquídeas más comunes son las llamadas “orquídea de mariposa”, estas pueden florecer más de una vez al año con el cuidado adecuado. Evitar el sol directo y temperaturas bajas o demasiadas altas. También el ambiente demasiado seco.
Por lo general en el periodo invernal la planta descansa y florece en primavera. Aquellas que conseguimos con flor en invierno suelen venir de invernaderos. Para que vuelva a florecer habrá que esperar al próximo cilclo de floración, es decir un año.
Algunas pautas para que las orquídeas florezcan:
Ubicarlas en lugares con mucha claridad, principalmente cerca de una ventana, cuanta más tiempo de luz natural reciba más posibilidades tendremos de que florezca.
Mantener el sustrato húmedo. Tiene que tener un buen drenaje, evitar el encharcamiento. Prefiere los ambientes húmedos por lo que en época invernal tendremos que tener especial cuidado con los calefactores, en este periodo la regaremos una vez por semana. Observar la maceta a trasluz, si vemos que está seco aumentamos la frecuencia de regado. Si el ambiente es muy seco rociaremos sus hojas a diario. En período de floración es aconsejable regarlas dos veces por semana.
Es importante por otro lado un adecuado abono sin él la orquídea no florecerá. Se compra en las floristería y se lo suele agregar con el agua de riego una vez por mes. En primavera se puede llegar a abonar hasta dos veces por mes en periodo de crecimiento de la planta.
Busca un producto que contenga nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), además de algunos oligoelementos como el hierro. Siempre lee y sigue con cuidado las instrucciones del producto. No olvides regar bien las orquídeas antes de fertilizarlas.
Reduce la temperatura durante la noche. En su hábitat natural de crecimiento las orquídeas florecen en otoño y con temperaturas bajas por las noches, al tenerlas en el interior de nuestros hogares no pasa por ese cambio de temperatura por lo que produce que llegue a producir brotes o flores. Por eso es aconsejable tenerla cerca de una ventana para estar un poco más expuesta a los descensos naturales de la temperatura exterior.
Tus plantas después de una helada
Después de una helada importante, la temperatura desciende significativamente y se produce la evaporación del agua intercelular de las plantas, lo que produce el aumento de la concentración de solutos en el interior de la célula y la muerte de la misma.
Por eso ante las heladas hay que tener bastante consideración y cuidado con las plantas.
Si la helada ha sido fuerte, habitualmente bajo un ambiente más seco, puede congelar los líquidos de las células vegetales y romper sus tejidos. Las daña desde dentro y quedan destruidas. Lo curioso es que no se forma hielo, pero atacan igualmente a nuestras plantas. Se conocen como heladas negras, y dado que se desarrollan bajo condiciones de poca humedad, basta con regar antes un poco para evitarlas.
Además de las heladas en sí, igualmente peligroso es una rápida exposición al sol, ya que supone un cambio brusco de temperatura que también las hace sufrir.
A continuación te presentaremos dos aplicaciones, vía foliar y por riego. Estas aplicaciones crean una película en la planta que va a proteger físicamente a la célula evitando su desecación por el exceso de frío, y lo mejor de todo es que son muy económica y con ingredientes fácil de conseguir.
Método con aspersora o motobomba
Se necesitan:
- 2 litros de agua oxigenada
- Medio litro de vinagre, puede utilizarse cualquier tipo de vinagre.
- 100 gramos de ácido acetil salicílico. O mejor conocido como Aspirina.
Se recomienda primeramente moler muy bien la Aspirina. Esto puede hacerse con alguna piedra mientras se la coloca adentro de una bolsa plástica. A continuación, en un bote de 5 o más de 2 litros se agregarán primeramente los dos litros de agua oxigenada seguidos del medio litro de vinagre; al final colocaremos el ácido acetilsalicílico o la Aspirina ya molida mientras mezclamos.
Al tener bien mezclados nuestros ingredientes, pasaremos a agregarlos a un tambor de 200 litros.
Método por riego o drench
Para el método de aplicación de riego o vía drench estos serán los siguientes ingredientes:
- 6 litros de agua oxigenada.
- Un litro de vinagre. (De la misma manera que la anterior fórmula puede ser cualquier tipo de vinagre)
- 100 gramos de ácido acetil salicílico o Aspirina.
Todo este conjunto será mezclado como se detalló anteriormente en el método por motobomba o aspersión. Esta mezcla se agregará en un tambor de 200 litros de agua. Se puede aplicar vía drench, como si se fuera un mejorador de suelos.
No existe ningún problema si se realizan las dos aplicaciones juntas. Cuando haya pasado la helada, se pueden realizar aplicaciones de aminoácidos para ayudar un poco al estrés por el cual ha pasado la planta.
El frío y tus plantas
El clima es uno de los factores que afectan al crecimiento y desarrollo de tus plantas, y en el caso de las altas temperaturas es una condición que limita bastante su salud.
Existen plantas que soportan las altas temperaturas, pero no son la gran mayoría, el frío congela sus células obstruyendo las vías de transporte de los nutrientes y el agua.
Dentro de las que mejor se adaptan a las altas temperaturas tenemos aquellas de crecimiento rastrero o acolchadas, bien pegadas al suelo ya que sus pequeñas ramificaciones tienen la función de retener la humedad y el calor.
Las de menor tamaño son más resistente a los vientos y las temperaturas extrema influye menos en su interior y aprovechan más el calor que desprende el suelo.
Cómo se protegen las plantas ante el frío?
Una adaptación natural de las plantas es que oscurecen su pigmentación, de esta manera absorben más el calor del sol en la superficie.
Algunas hibernan paralizando su actividad, se lo conoce como reposo vegetativo. Aumentan la concentración de sus jugos celulares, se espesan y de ese modo endurecen los órganos internos lo que les permite resistir mejor el frío.
6 plantas que mejor resisten las altas temperaturas:
Alheli: se planta en otoño o en primavera. Aguanta bien las altas temperaturas aunque no las heladas prolongadas. Usar tierra ligera.
Campanilla de invierno: le va bien los lugares frescos y de mediasombra. Suelo húmedo y bien drenado.
Pensamientos: muy resistente a los fríos y las heladas, necesita luz directa del sol, suelo con buen drenaje y húmedo, rico en materia orgánica y nutrientes.
Hiedra: no requiere demasiado cuidado.
Brecina: ubicarlas en zona soleado y el suelo ha de ser ácido.
Brezo: que tenga buena humedad y ubicada en un lugar de sombra.
Algunos consejos para su cuidado en invierno.
1 Abonar antes de otoño con un producto de duración prolongada. En especial en las plantas de interior.
2 Colocar turba en forma acolchada en las plantas que estén en el exterior.
3 Disminuir el riego en las plantas de exterior para que se vayan amoldando al frío, y controlar las de interior si hay calefacción probablemente necesitarán mayor riego.
4 Quitar las bandejas de agua para evitar que se pudran.
5 Aprovechar al máximo las horas de luz del sol.
6 Cubrir las plantas con telas o plásticos para protegerlas en las noches de mucho frío.
Primavera y jardín
La primavera podemos decir que es la mejor estación para nuestro jardín, ya que en ella, todo lo que hemos estado haciendo durante el resto del año en cuanto a su cuidado, nos permitirá disfrutar del colorido, los aroma y las sensaciones de nuestras plantas.
Pero no por ello debemos dejar de prestar atención al cuidado y la limpieza de nuestro jardín. Airear el césped, sembrar, realizar los primeros abonos, eliminar las malas hierbas son algunas de las tareas que debemos emprender en primavera.
En cuanto al abono, es conveniente comenzar a abonar tus plantas ya que esto favorecerá el crecimiento de las hojas y de las raíces. Repondrá la pérdida de minerales del suelo durante los períodos fríos del invierno. Utiliza abonos ricos en nitrógeno, fósforo y potasio. Consulta con el vivero, de acuerdo a cada planta y tipo de suelo de tu jardín, qué fertilizante es el más óptimo.
Otra tarea importante a realizar es la de remover la tierra de nuestras macetas ya que de seguro se habrá compactado durante el invierno. También es importante la limpieza de nuestras plantas, aquellas hojas que se encuentran en mal estado o que se hayan secado.
Realizar esquejes de aquellas plantas que aún no han florecido es otra de las tareas que puedes emprender en estos días.
Ten cuidado con las plagas. Los pulgonoes y las cochinillas aparecen en esta época. Si resulta una primavera muy lluviosa y cálida deberás estar más atento ya que estas condiciones climáticas son propicias para la aparición de plagas. Remedio natural: sembrar algunas plantas como la salvia, el romero, la lavanda por ejemplo.
En cuanto al riego, ten presente que cuando comience a hacer calor y veas que hay más viento de lo habitual deberás regar más seguido.
En esta época puedes plantar petunias, rosales, dalias, gladiolos, agapantos, azucenas, begonias, nardos, alegrías del hogar, claveles, girasoles, margaritas, pensamientos…
Esta época también es ideal para plantar aromáticas tales como orégano, tomillo, romero, que son bastante resistententes y requieren poco cuidado. También puedes plantar perejil, estragón y menta.
Pásate por el vivero y te asesoraremos. Calidad y precios accesibles para ofrecerte la mejor opción para tu jardín.